jueves, 28 de julio de 2011

Una empresa solicita cultivar arroz transgénico con genes humanos

Amigos de la Tierra publica la localización exacta de los campos transgénicos experimentales que se han solicitado en España en 2011 [1]. Esta información, encubierta por el Gobierno hasta una sentencia del Tribunal Europeo de Justicia, fue publicada por primera vez en 2010 y ha supuesto una reducción en los experimentos realizados por las multinacionales en España. En 2011, una empresa italiana ha solicitado autorización para cultivar arroz transgénico con genes humanos en Vinaròs, Castellón.


España ha acogido el 42% de todos los experimentos con transgénicos al aire libre que se han realizado en la Unión Europea en los últimos años [2], una actividad con elevados riesgos ambientales y sanitarios. La ocultación de su localización exacta por parte del Gobierno ha convertido a España en el campo de experimentación de las multinacionales del sector. Mientras el resto de países europeos publicaban esta información en páginas web oficiales, el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM) se ha resistido a facilitar estos datos incluso después de la sentencia.

David Sánchez, responsable de Agricultura y Alimentación de Amigos de la Tierra afirmó: “El acceso público a esta información es un claro avance en la transparencia sobre transgénicos. La posibilidad de que vecinos y agricultores puedan protegerse de la contaminación y ejercer cierto control social sobre las medidas de seguridad que deben adoptar estos campos es fundamental. Especialmente teniendo en cuenta la falta de control por parte de las administraciones públicas”.
El MARM ha sido incapaz de responder a las demandas de Amigos de la Tierra sobre las pruebas acerca del control de estos ensayos experimentales, e incluso reconoció en la última reunión del Comité de Participación sobre transgénicos que no se estudia la contaminación en las parcelas contiguas. La lectura de las actas de la Comisión Nacional de Bioseguridad demuestra la grave falta de control sobre estos experimentos [3].

“Existen ya varios casos de cultivos transgénicos experimentales que han terminado contaminando la cadena alimentaria a escala mundial. Liberar transgénicos al medio ambiente es un riesgo que no podemos asumir. Si no ponemos freno, las multinacionales seguirán utilizando a España como campo de experimentación”, añadió Sánchez.
En 2011, Transactiva, una empresa Italiana, ha solicitado permiso para cultivar al aire libre un arroz con genes humanos en Castellón. El objetivo es obtener unas enzimas para el tratamiento de la enfermedad de Gaucher [4].

“La producción de enzimas para el tratamiento de esta enfermedad se realiza en cantidades suficientes en ambientes confinados, evitando riesgos para el medio ambiente y la salud. Obtener estas enzimas a partir de plantas puede producir reacciones alérgicas en los pacientes, y los riesgos si este arroz contamina cultivos alimentarios son demasiado elevados. El Ministerio debe rechazar este experimento, ya que su objetivo es puramente comercial, y plantea un riesgo inaceptable para la salud pública”, declaró el responsable de agricultura y alimentación de Amigos de la Tierra.

Campos experimentales al aire libre con cultivos transgénicos
España acoge el 42% de los ensayos experimentales al aire libre con cultivos modificados genéticamente, según la información publicada por el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea (JRC).
Hasta 2010, no se había hecho pública su localización, pese a los graves riesgos que suponen. Amigos de la Tierra ha tenido acceso a esta información, en virtud del libre acceso a la información ambiental, refrendado en el caso de los experimentos con transgénicos al aire libre por una reciente sentencia del Tribunal Europeo de Justicia.
¿Por qué Amigos de la Tierra hace pública la localización exacta de estas parcelas?
Entendemos que es información de interés general, y el derecho de la población a conocer la localización exacta de los campos de cultivo experimental con transgénicos ha sido ratificado por el Tribunal Europeo de Justicia, en sentencia del 17 de Febrero de 2009.
Por eso hemos solicitado al Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino esta información, de acuerdo a la legislación que regula el libre acceso a la información ambiental, de acuerdo al Convenio de Aarhus. Consideramos fundamental que la localización exacta de estos campos sea pública, para que los agricultores y agricultoras de los alrededores puedan protegerse de la contaminación, y los vecinos y vecinas de la localidad sepan dónde se están haciendo estos experimentos en su entorno más inmediato.
Las compañías multinacionales que realizan estos ensayos y el Ministerio han negado repetidamente esta información incluso a los municipios afectados cuando el Ayuntamiento se lo ha solicitado. Es necesario terminar con este oscurantismo y falta de transparencia. Esta información debería figurar en una web del Ministerio.

¿Qué información estamos facilitando?
A continuación puedes ver un listado y un mapa de los municipios en los que se ha solicitado experimentar, el transgénico que se quiere cultivar y los datos para localizar la parcela (provincia, municipio, polígono y parcela). Si quieres localizar la parcela exacta en un mapa, solo tienes que introducir estos datos en el programa de identificación de parcelas agrícolas del Ministerio (SIGPAC)
Abre la pestaña de “Buscar” (icono de los prismáticos) e introduce los datos.
IMPORTANTE: EL MINISTERIO FACILITA LAS PARCELAS PROPUESTAS INICIALMENTE POR LAS EMPRESAS, PERO ADVIERTEN QUE SUELEN ELEGIR SOLO ALGUNAS DE ELLAS. POR LO TANTO, LO QUE SE RECOGE AQUÍ SON LAS PARCELAS DÓNDE SE HA SOLICITADO EXPERIMENTAR, LO QUE NO QUIERE DECIR QUE FINALMENTE SE EXPERIMENTE EN TODAS ELLAS.
¿Qué riesgos conllevan estos ensayos experimentales en campo?

Los ensayos con transgénicos al aire libre presentan multitud de riesgos, ya que su seguridad no ha sido ni tan siquiera evaluada. Son organismos modificados genéticamente, nuevos seres vivos, de los que casi no se tiene información, que se están liberando al medio.
Pueden contaminar otros cultivos cercanos, ya que no hay forma de controlar el viento o las abejas, que dispersan el polen a grandes distancias.
Pueden dejar restos en el suelo. Aunque tras estos experimentos se exige la destrucción de las plantas obtenidas, no hay prácticamente control. Documentos de la Comisión Nacional de Bioseguridad muestran que frecuentemente las empresas no se comprometen a destruirlas, ni tampoco informan de cómo se realiza el traslado de las muestras.
De la mayoría, no se han evaluado sus posibles efectos para la salud, tanto por ingestión como por posibles efectos directos a los vecinos. De algunos, con daños demostrados sobre la salud, se ha continuado su cultivo experimental en casi un centenar de parcelas en España en 2008. y se ha seguido experimentando en 2009, 2010 y 2011.
¿Quién controla y evalúa los riesgos de estos experimentos?
Los ensayos son autorizados por el Consejo Interministerial de OMG, previo dictamen de la Comisión Nacional de Bioseguridad (CNB).
La CNB cuenta con solo 7 representantes científicos (de un total de 46 miembros), muchos de ellos públicamente defensores de los transgénicos y con relaciones demasiado cercanas con la industria de los transgénicos, sus fundaciones y lobbies como para que los consumidores podamos estar tranquilos. Entre los representantes de la Administración en esta Comisión, algunos también mantienen una relación demasiado estrecha con la industria.
La lectura de las actas de la esta Comisión demuestra la absoluta falta de rigor y control sobre los cultivos y alimentos modificados genéticamente, además de un evidente sesgo a favor de la industria. Puedes consultar un informe completo analizando estas actas aquí.

Se suceden los casos de contaminación de alimentos por transgénicos experimentales
Durante los últimos años se han sufrido varias alertas alimentarias por transgénicos experimentales que han contaminado alimentos. Uno de los casos más graves es el del arroz transgénico LL601 de Bayer.
La empresa experimentó con este arroz entre los años 1998 y 2001 en EE.UU. Pero en 2006, cinco años después, este arroz transgénico, no autorizado para consumo humano o animal en ningún país, apareció en los supermercados de todo el mundo. Cuando Bayer tuvo que justificar el origen de esta contaminación, alegó que solo podía ser explicado como “un acto de Dios”.
Este caso nos muestra el grave riesgo que supone la experimentación con transgénicos al aire libre. Una vez se libera un transgénico al medio ambiente, es imposible de contener. Y además las multinacionales no tienen ningún interés en hacerlo, ya que por ejemplo a raíz de este incidente, Bayer consiguió la aprobación de su arroz en varios países. Esta multinacional está afrontando ahora las demandas por daños y perjuicios de los arroceros estadounidenses.

¿Qué medidas de seguridad debe seguir un experimento con transgénicos al aire libre?
Las medidas de seguridad requeridas para estos cultivos las recoge el informe de evaluación de riesgos emitido por la Comisión Nacional de Bioseguridad, que suele consistir en marcar unas distancias respecto a cultivos convencionales, y el método para eliminar los restos vegetales después del ensayo. La lectura de las actas de esta Comisión da idea de la poca seriedad de las multinacionales que realizan los ensayos para cumplir con los requisitos marcados, y genera mucha inquietud respecto a quién y cómo hace el seguimiento para garantizar que estas condiciones se cumplen. El propio Ministerio reconoce, por ejemplo, que no se estudia la posible contaminación de los campos vecinos.

¿Has encontrado un campo experimental, y no cumple los requisitos que le pide la autorización?
No lo dudes, pon una denuncia lo antes posible ante cualquier agente de la autoridad (Guardia Civil, Agente Forestal, Agente de Medio Ambiente, Policía Autonómica, Policía Municipal, etc) Y a ser posible, cuéntanoslo. Te podemos asesorar legalmente y ayudar a poner la denuncia.
¿Sabemos entonces dónde están todos los cultivos transgénicos en España?
El listado que hacemos público incluye los cultivos transgénicos experimentales. España es, además de acoger casi la mitad de todos estos experimentos, es el único país de la UE que cultiva transgénicos de forma comercial a gran escala, con 76,000 hectáreas de maíz transgénico MON810 cultivadas en 2009. Pese a que la normativa europea recoge la obligación de un registro con estas parcelas, el Gobierno español solo hace públicas cifras de superficie por Comunidad Autónoma, a partir de los datos suministrados por las empresas de semillas.
No hay ningún tipo de control ni seguimiento, y no hay posibilidad de que los agricultores, convencionales o ecológicos, puedan protegerse o reclamar daños por contaminación genética de los cultivos transgénicos comerciales.

Casi la mitad de los experimentos con transgénicos al aire libre de la UE se realizan en territorio español

El Gobierno permite que España sea el campo experimental de las multinacionales en Europa.

El Gobierno ha permitido que el 42% de los ensayos experimentales al aire libre que se han realizado en la Unión Europea (UE) durante los últimos años se realicen en nuestro país, según datos oficiales [1]. Estos peligrosos cultivos al aire libre, que no han pasado por ningún trámite de evaluación de su seguridad, suponen un grave riesgo de contaminación de cultivos destinados a la alimentación. El 82% de estos ensayos han sido realizados por multinacionales como Monsanto, Bayer o Pioneer, lo que convierte a España, con el visto bueno del Gobierno, en el gran laboratorio de las multinacionales de los transgénicos.
David Sánchez, responsable de agricultura y alimentación de Amigos de la Tierra afirmó: “Se ha demostrado muchas veces que es imposible controlar la dispersión del polen de estas plantas transgénicas, que pueden contaminar cultivos destinados a la alimentación incluso a kilómetros de distancia. El riesgo para la salud pública es evidente.”
Es el Gobierno el que autoriza todos los ensayos, previo informe de la Comisión Nacional de Bioseguridad (CNB). Este organismo cuenta con solo 7 representantes científicos (de un total de 46 miembros), muchos de ellos públicamente defensores de los transgénicos y con relaciones demasiado cercanas con la industria de los transgénicos, sus fundaciones y lobbies como para que los consumidores podamos estar tranquilos. Entre los representantes de la Administración en esta Comisión, algunos también mantienen una relación demasiado estrecha con la industria [2]. Entre los cultivos experimentales aprobados, los hay de un maíz transgénico con demostrados daños a la salud [3]. Ni siquiera cuando hay evidencias científicas de peligro sobre la salud pública, la CNB o el Gobierno han puesto alguna traba.
Además de albergar casi la mitad de los ensayos al aire libre en la UE, España es el único país que cultiva transgénicos de forma comercial, con más de 80.000 hectáreas de maíz transgénico cultivadas en 2008. Frente a esta posición, países como Francia, Alemania, Austria, Grecia o Polonia mantienen la prohibición de su cultivo.
“El Gobierno se posiciona claramente a favor de los intereses de las multinacionales frente al interés público, permitiendo que España, su población y su medio ambiente, seamos el gran laboratorio de las multinacionales de los transgénicos en Europa” señaló Sánchez.
A esto hay que añadir una política de falta de transparencia en la toma de decisiones, como ha sido denunciado de forma repetida por ecologistas y agricultores [4].

La publicación de las actas de la Comisión Nacional de Bioseguridad pone de manifiesto la falta de rigor y el sesgo a favor de la industria

AVISO: TRAS LA PUBLICACIÓN DE ESTE INFORME, EL MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE, MEDIO RURAL Y MARINO HA RETIRADO DE SU PÁGINA WEB LAS ACTAS DE LA COMISIÓN NACIONAL DE BIOSEGURIDAD (CNB). SE PUEDEN ENCONTRAR PINCHANDO AQUÍ

Amigos de la Tierra ha analizado en un nuevo informe [1] las actas de la Comisión Nacional de Bioseguridad (CNB), publicadas después de permanecer ocultas durante años a la opinión pública. El análisis de las reuniones de este órgano supuestamente científico que asesora al Gobierno en materia de transgénicos demuestra la absoluta falta de rigor y control sobre los cultivos y alimentos modificados genéticamente, además de un evidente sesgo a favor de la industria.
“Durante años la industria ha intentado construir el mito de que los transgénicos eran los alimentos más seguros y evaluados de la historia. Sin embargo, un análisis de los organismos de evaluación y control demuestra que esta afirmación es absolutamente falsa.” afirmó David Sánchez, responsable de Agricultura y Alimentación de Amigos de la Tierra.
España es el único país de la Unión Europea que permite el cultivo de transgénicos a gran escala, y apoya su postura en las decisiones de la CNB y de su equivalente europeo, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA por sus siglas en inglés). Mientras, ya son 10 los países de la UE que han prohibido el cultivo de maíz transgénico, y otros cinco han recurrido judicialmente la aprobación del cultivo de la patata transgénica.
Un análisis de la composición y trabajo de estos organismos demuestra que se caracterizan por la excesiva cercanía de sus miembros con la industria de los transgénicos que deben regular. En el caso del organismo español, la CNB, la lectura de sus actas muestra la desidia y las chapuzas de esta Comisión. Nadie vigila, nadie hace cumplir la ley y además:
• Las recomendaciones y deliberaciones de la CNB se basan con frecuencia en criterios políticos y no en criterios científicos.
• La CNB está claramente sesgada a favor de las multinacionales y es extremadamente dura en su trato a la sociedad civil.
• La CNB ni tan siquiera sanciona cuando las multinacionales incumplen las condiciones de la autorización impuestas por la misma CNB.
• Dentro del Gobierno nadie quiere asumir competencias, responsabilidades y decisiones que tengan alguna relación con los transgénicos, dejándolo todo al criterio de la CNB.
“La nueva ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar, debe abordar este tema de forma urgente. Es imprescindible desmantelar la CNB y crear un comité científico transparente, independiente y que abarque todos los impactos de la liberación de transgénicos al medio ambiente. Pero este debate no puede producirse en la situación actual. El primer paso necesario es aplicar el principio de precaución y prohibir el cultivo de transgénicos en España, como ya hicieron las principales potencias agrícolas europeas.” añadió Sánchez.

Fuente y para más información:
David Sánchez Carpio, Amigos de la Tierra: 91 306 9921 – 691471389
Prensa de Amigos de la Tierra, Teresa Rodríguez: 680 936 327 – 913069900
Notas:
[1] El mapa y un listado de estos ensayos está disponible en la web
[2 Amigos de la Tierra, 23/09/09. “Casi la mitad de los experimentos con transgénicos al aire libre de la UE se realizan en territorio español”. Nota de prensa disponible en:
[3] Amigos de la Tierra, 14/12/2010, “Amigos de la Tierra denuncia el fraude de la evaluación científica de los transgénicos en España”.
http://terroralternativo.blogspot.com/2011/05/terrorificos-cultivos-transgenicos-en.html

Consecuencias del consumo de de alimentos transgénicos para la salud humana y bioética


Los genes son segmentos de
ADN que codifican las proteínas necesarias para el desarrollo y la actividad biológica de todo ser vivo. Algunos genes dirigen la síntesis de una o más proteínas, en tanto que otros tienen funciones reguladoras (controlan la actividad de otros genes). Las proteínas son específicas de cada especie, y cada una cumple una función determinada en el organismo. Pueden ser enzimas que catalizan reacciones bioquímicas, hormonas, inmunoglobulinas, transportadoras del oxígeno o de otros compuestos (como la hemoglobina), o desempeñar otras funciones biológicas vitales. Estas funciones están determinadas no sólo por su composición química sino por la forma en que se pliegan, absolutamente clave en la definición de su cometido.

En base a lo anteriormente expuesto y a la gran influencia que sobre nuestros días ejerce la biotecnología con el fin de orientarnos hacia un futuro lleno de innovaciones en el campo citomolecular, se hace necesario enmarcar este tema dentro de los principios no solo científicos, sino también bioéticos relacionados con la manipulación y alteración de la estructura básica natural de materia orgánica indispensable para la vida humana como lo son los alimentos.

El cultivo de transgénicos supone incremento del uso de tóxicos en la agricultura, contaminación genética, contaminación del suelo, pérdida de biodiversidad, desarrollo de resistencias en insectos y ‘malas hierbas’, riesgos sanitarios y efectos no deseados en otros organismos. Los efectos sobre el conjunto de los seres vivos son irreversibles e imprevisibles.

Dicho esto y basados en la evidencia científica de la manipulación de alimentos transgénicos se hace necesario identificar la representación benéfica hacia la vida de dicho avance biotecnológico, con el objetivo de verificar los propósitos y la correcta utilización de dichos alimentos en la población en general.

A partir de este momento, se han obtenido cerca del centenar de vegetales con genes ajenos insertados, que se encuentran en distintas etapas de su comercialización, desde los que representan ya un porcentaje importante de la producción total en algunos países hasta los que están pendientes de autorización.




SITUACION DEL PROBLEMA



En la actualidad la modificación genética de plantas, animales y otros organismos se ha intensificado y ha permitido el desarrollo de métodos cada vez más avanzados. El cultivo de los vegetales transgénicos a escala comercial comenzó en 1996 y en este momento predominan cuatro cultivos de este tipo: la soja, maíz, colza y algodón y representan ya un porcentaje significativo del total plantado para esa especie. Algunos otros, como la calabaza o la papaya, se encuentran en un estadio poco más que experimental, mientras que el tomate resistente al ablandamiento ha dejado de cultivarse prácticamente por falta de interés comercial.

Actualmente no se han realizado estudios humanos clínicos que analicen la seguridad y/o toxicidad de los alimentos modificados genéticamente (OGMs). Más aun, pocos estudios se han realizado en animales y muchos de estos estudios muestran resultados conectivos. Aun más sorprendente, es el hecho que los artículos publicados sobre OGMs reconocen la gran falta de información sobre la segundad y/o toxicidad de muchos productos que diferentes compañías biotecnológicas colocan en el mercado. Los diferentes reportes científicos disponibles solo dan una leve indicación de los efectos adversos que los OGMs pueden o no pueden poseer. Sin embargo, las principales preocupaciones incluyen el desarrollo de alergias, desarrollo de resistencia a antibióticos, y toxicidad. En los últimos años, se ha dicho que Los Organismos Genéticamente Modificados o transgénicos, han alterado la naturaleza, han alterado la vida, la han desafiado y han obtenido variedades que la propia naturaleza no podría producir en un ciclo normal. Los consumidores le temen a eso, temen las eventuales implicancias, mutaciones, degeneraciones, alergias, afectación al ecosistema, etc.

Igualmente, en los últimos tiempos se ha generado una gran discusión filosófica sobre la naturaleza, sobre las características de estos nuevos productos, ya que no pueden ser considerados igual que los organismos vivos naturales pero tampoco son equivalentes a otros productos tecnológicos como los fármacos, hay síntesis más artificiales. En el fondo el tema principal de esta discusión es la artificialidad, las técnicas que han producido cosas artificiales, que la naturaleza no fabrica, debido a que esto conlleva un proceso de transferencia genética que en los transgénicos no se dan espontáneamente, sino que hay una intervención directa, intencional y eso es lo que los convierte en productos tecnológicos, por eso se ocasionan daños que no se han marcado.

Por lo anteriormente expuesto las grandes potencias mundiales y principales cultivadores de productos transgénicos han creado leyes y regímenes con el fin de controlar de manera adecuada este tipo de alimentos, tomando en cuenta desde su producción e investigación hasta su comercialización, etiqueta e introducción de estos productos en los mercados mundiales. Se han realizado principalmente tres instrumentos internaciones relacionados con los OGMs: Declaración de Río de Janeiro, en donde se realiza un principio precautorio en donde lo fundamental es la de detección precoz de todos los peligros para la salud y el medio ambiente mediante una investigación multidisciplinar y sincronizada basada en la relación causa - efecto. Sin embargo, este marco conceptual de la prevención fue eliminado en el Protocolo de Bioseguridad (del año 2000); Convenio sobre Diversidad Biológica, en el cual se establecieron que la conservación de la diversidad biológica, la utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos, mediante, entre otras cosas, un acceso adecuado a esos recursos y una transferencia apropiada de las tecnologías pertinentes, teniendo en cuenta todos los derechos sobre esos recursos y a esas tecnologías, así como mediante una financiación apropiada; Protocolo de Cartagena: Es el primer Tratado Internacional que reconoce los organismos modificados genéticamente como una categoría separada de organismos que requieren un marco regulador específico. Establece las bases de una legislación internacional sobre el movimiento transfronterizo de OGM, hace referencia principalmente a los mecanismos de notificación por adelantado por parte del exportador y al consentimiento que concede un país importador de semillas u otras muestras vivas derivadas de manipulación biotecnológica, antes de permitir su tránsito transfronterizo, detalla los requerimientos para la evaluación y gestión de los riesgos, las medidas de emergencia, el manejo, transporte, etiquetado e identificación del material. Sin embrago, resulta insuficiente ya que sólo abarca a los organismos "vivos" modificados, quedando excluidos los productos derivados de organismos transgénicos, productos transgénicos farmacológicos e insumos agrícolas transgénicos.

A pesar, de los diferentes estudios que se han venido realizando sobre alimentos modificados genéticamente cubren solo algunos efectos sobre la salud humana, se necesitan un mayor número de estudios completos que determinen la capacidad e intensidad de la transferencia genética a humanos. Más aun, un mayor número de estudios a largo plazo se necesitan para poder identificar los efectos a largo plazo de la producción y consumo de OGMs, así como las diferentes implicaciones que el consumo de OGMs tiene sobre la salud humana. Hasta que haya un adecuado número de estudios que verifiquen estos efectos, conclusiones definitivas sobre el riesgo que los OGMs tienen sobre la salud humana no puede ser hechas.


RESULTADOS

Al extraer, del producto de la revisión bibliográfica hecha, los aspectos preponderantes, relacionados con los productos transgénicos y la implicación de los mismos en la salud de humana encontramos, efectos negativos, comprobados a partir de decenas de estudios en animales, grandes riesgos vinculados con dicho tema tales como: infertilidad, desregulación inmune, envejecimiento acelerado, desregulación de genes asociados con síntesis de colesterol y regulación de insulina, cambios en el hígado, riñones, bazo y sistema gastrointestinal.

Igualmente diversos estudios en animales muestran una sobrerregulación de citoquinas asociadas con asma, alergia, e inflamación. Se evidencio, la estructura y la función del hígado alteradas, incluyendo metabolismo alterado de carbohidratos y lípidos, al igual que cambios celulares que podrían conducir a la aceleración de; envejecimiento y posiblemente llevar a la acumulación de especies reactivas de oxígeno (ROS). También se han documentado cambios en riñón, páncreas y bazo. Un reciente estudio de 2008 vincula al maíz modificado genéticamente con infertilidad, al mostrar una disminución significativa en la descendencia a través del tiempo y un peso significativamente menor de la carnada en ratones alimentados con dicho producto. Los estudios también muestran daños intestinales en animales mantenidos con transgénicos, que incluyen el incremento de células proliferativas y disrupción del sistema inmune intestinal. También se ha demostrado que los alimentos modificados genéticamente (OMGs) pueden causar problemas alérgicos vía dos formas: pueden contener un alergénico conocido o pueden contener proteínas con potencial alergénico desconocido que puede causar el desarrollo de una alergia en una población. Diferentes estudios han mostrado que alérgenos trasferidos de otros organismos a OGMs pueden causar una reacción alérgica en personas que presentan alergias alimenticias. Por ejemplo, soya transgénica que contenía un gen insertado de una nuez Brasilera mostró que ocasionaba reacciones alérgicas en personas alérgicas a esta nuez Brasilera pero que no tenían historia de ser alérgicos a la soya tradicional. Afortunadamente, esta soya transgénica no se encuentra disponible comercialmente. Sin embargo, hay otros OGMs que se encuentran comercialmente disponibles y que puede causar reacciones alérgicas severas en personas, haciendo de extrema importancia el etiquetado adecuado que indique la presencia de OGMs en alimentos

Actualmente existe una gran preocupación sobre el consumo de leche producida por vacas que han sido tratadas con hormona bovina de crecimiento recombinada (rBGH). rBGH incrementa la producción de leche; sin embargo, las vacas sufren de un mayor número de enfermedades y condiciones médicas comparadas con vacas que no reciben rBGH. Igualmente se observo que debido a las similitudes genéticas entre bovinos y humanos, el factor de crecimiento-1 de insulina (IGF-1) aumenta en ambas especies. IGF-1 es un factor de crecimiento de insulina y sustancias similares que juega un rol importante en el desarrollo durante la infancia y en la incidencia de cáncer. IGF-1 en cantidades normales promueve el desarrollo normal durante la infancia y regula diferentes funciones vitales en personas de todas las edades. Sin embargo, en cantidades elevadas ha sido asociado con una mayor incidencia de diferentes tipos de cáncer incluyendo cáncer de mama, colon, y próstata.

Por otra parte, un estudio Británico hecho en humanos encontró que el material genético de soya modificada podía resistir el metabolismo intestinal y que el material genético podía ser encontrado intacto en muestras fecales. El diseño del estudio involucro sujetos saludables y sujetos a los que quirúrgicamente se les removió el colon y requieren el uso de bolsas colostómicas. Estos individuos recibieron alimentos hechos a base de soya modificada, y muestras fecales fueron tomadas y analizadas. En los individuos que no cuentan con colon se encontraron niveles altos de material genético. Típicamente se asume que cualquier alimento ingerido es digerido, desnaturalizado, y descompuesto a sus componentes básicos debido a las condiciones acídicas y a la maquinaria mecánica que tenemos en nuestro tracto digestivo; sin embargo, este estudio prueba lo contrario. En los individuos saludables se observo que el material genético fue completamente degradado por el colon. Este estudio demuestra que la parte inferior de nuestro tracto gastrointestinal (colon) juega un rol importante en la degradación de este material genético, pero también demuestra que las regiones superiores del tracto gastrointestinal están expuestas a este material genéticamente modificado. Esto es preocupante ya que nuestro tracto gastrointestinal es rico en bacterias que tienen la capacidad de intercalar el material genético dentro de su propio ADN, de tal forma que pueden ser modificados de una manera que no puede ser pronosticada. Esto podría tener implicancias en la sobreproducción de toxinas, alérgenos, activación de genes que codifican por diversas enfermedades, modificaciones genéticas, así como el desarrollo de resistencia a antibióticos.

Por su parte, el científico francés Giües-Eric Seralini, Director del Comité de Investigación e Información sobre Ingeniería Genética (Criigen - Francia) en un estudio con células de embriones humanos sometidas a cantidades mínimas de Glifosato- Roundup (el herbicida con el que se rocía masivamente la soja transgénica) obtuvo con dosis mil veces inferiores a las recomendadas como seguras, la muerte de dichas células embrionarias.

Otro ejemplo de estudio en humanos, incluyó los pesticidas derivados de Bacillus thurínglensis (Bt), que son usados como control de pestes. Se realizo un estudio en trabajadores con diferentes grados de exposición (baja, media, y alta) a pesticidas derivados de Bt antes y después de un periodo de 4 meses de exposición. A pesar que Bt es una bacteria que esta usualmente en el ambiente y que aparentemente no ofrece riesgos a humanos, este estudio encontró que los trabajadores con exposición baja y media exhibieron un aumento significativo en los anti-cuerpos específicos IgG e IgE. Mientras que los trabajadores con la más alta exposición exhibieron una respuesta significativamente más alta a estos dos anti-cuerpos que han sido relacionados con el aumento de sensibilidad a diversas alergias. Más aun, una bacteria muy similar a Bt, es la conocida Bacillus anthracis que es el agente que causa ántrax y que también puede producir esporas que una vez inhaladas puede afectar el sistema respiratorio.

Por otro lado la asociación médica refiere el reciente estudio de la Unión de Científicos Preocupados de Estados Unidos, que analizando 13 años de cultivos transgénicos muestran que éstos tienen menores rendimientos y concluyen que en este aspecto, tampoco muestran ninguna ventaja, por lo que nada justifica el serio riesgo para la salud en las áreas de toxicología, alergia y función inmune, salud reproductiva y salud metabólica, fisiológica y genética que representan los transgénicos, por lo que lo mejor sería aplicar un estricto principio de precaución en cuanto al consumo de alimentos genéticamente modificados.


DISCUSIÓN

Muchos de los productos transgénicos han sido incorporados bajo principios infundados por las grandes compañías que manipulan y monopolizan la tecnología, y por ende, la producción y el precio. En este momento, en lugar de obtener beneficios, la comunidad se ve enfrentada a posibles daños ecológicos, hambruna y sobre todo problemas relacionados con el estado de salud que para colmo afecta de forma directa a los habitantes de los países económicamente menos favorecidos del mundo debido a que son ellos los primeros en asumir un gran riesgo de alteración biológica por sobreponerse al problema de pobreza y hambre que enfrentan.

El pilar en que se fundamenta su producción carece de sustento, ya que centra en un interés económico y carencia de beneficio social. En un principio se crearon como solución a la hambruna del mundo, pero en estos momentos, se produce más comida por habitante que en cualquier era de la humanidad. Esto nos hace pensar que el problema no es de falta de alimento, sino de distribución equitativa entre las sociedades. Otro aspecto importante de la biotecnología transgénica pretende lograr una reducción de costos, pero en la realidad sucede lo contrario, debido a que esta es costosa y monopolizada, pero es casi obligatoria en algunos lugares del mundo, ya que la fumigación y la utilización de algunos químicos para controlar plagas e insectos, que atacan los cultivos naturales, están siendo prohibidos por las multinacionales dueñas de las patentes de los productos transgénicos, obligando al campesino a utilizar cultivos con semillas modificadas que son más costosos que el cultivo natural ,pero que representan la única opción viable de sustento de su modo de vida y que de esta forma tienen una injerencia directa sobre la salud del consumidor.

El otro principio clave en los transgénicos es el beneficio directo sobre la economía del país que comercialice dichos productos, debido a que estos, por su ingeniera representan uno de los principales pilares de crecimiento y productividad nacional; lo cual supone un aumento de la calidad de vida saludable de sus consumidores, sin embargo, algunas investigaciones han demostrado que el rendimiento de los cultivos modificados genéticamente no es significativamente mayor al de los cultivos naturales, pero si es más costoso para el campesino. Esto hace pensar que aunque aumente la producción, se disminuirá la utilidad por el aumento de los gastos y además se pondrá en riesgo la salud de las personas por alteración y desequilibrio en la homeostasis biológica de dichos individuos.

Este conjunto de aspectos ponen en duda el carácter humanitario que deberían tener los alimentos transgénicos, pero colocan en manifiesto grandes brechas e interrogantes que tienen que ser analizados, interiorizados, entendidos en el contexto de riesgo beneficio y combatidos con una mayor oposición y participación comunitaria en la vigilancia de las multinacionales dueñas de las patentes que deberían ser libres para beneficio de la humanidad.

Es por esto que preguntas como las posibilidades de daños a futuro en la estabilidad y adecuado desarrollo de los ecosistemas, efectos secundarios a la salud humana y las diferentes implicaciones económicas son algunas que se deben contestar antes de que los productos transgénicos invadan totalmente el mercado mundial, para poder implementar acciones preventivas y que mejoren la calidad de dichos productos, buscando siempre el máximo beneficio, en cuanto a la integridad biopsicosocial de la salud del individuo, definida por la OMS.

Lo anterior, sería el reflejo del beneficio que se espera de dichos producto genéticamente modificados en cuanto a la solución y/o contención de problemas íntimamente relacionados como lo son de ámbitos en problemas, como el económico, social, mercadeo y salud, debido a que la alteración en cualquiera de ellos genera indiscutiblemente una modificación parcial o total del concatenante próximo.

A pesar de la gran mayoría de factores involucrados en la desacreditación de la utilización de la biotecnología para realizar la modificación genética de diversos alimentos, no se debe dejar de un lado algunos beneficios considerables para la comunidad, que si se manejan adecuadamente, incrementarían la calidad de vida de los habitantes de muchos países que realmente necesitan solucionar problemas de alimentación y desnutrición.

Algunos de esos beneficios son:

Pueden llegar a lugares alejados por ser más duraderos; ser cultivados en condiciones extremas de frió, calor, lluvia o sequía lo que posibilitaría su producción en países áridos y con condiciones climáticas inestables, donde no existen las características necesarias para que dichos productos generen el rendimiento adecuado; se evitará la fumigación con algunos agentes que son extremadamente dañinos para la salud humana y el medio ambiente, y se mejoran los niveles de nutrición de las personas, ya que se incrementaran las propiedades nutricionales de los alimentos técnicamente desarrollados.

Claro está que dichos beneficios no han podido ser identificados en humanos debido a que la comercialización abierta de cualquier producto genéticamente modificado se encuentra aun muy restringida por organismos de vigilancia internacional tales como la FDA, con el fin de evitar aparición de complicaciones en el estado de salud de los consumidores, prefiriendo aumentar el tiempo de experimentación animal para de esta forma, evitar que sean seres humanos quienes sufran directamente las consecuencias de un mal manejo de un alimento transgénico.

Debido a la existencia de múltiples estudios en animales que han mostrado congruencia en la aparición de diversos efectos adversos en cuanto a la alteración en la salud, desencadenados por el consumo de alimentos transgénicos, que podrían ser extrapolados hacia la salud humana, con el hecho y como antecedente de que la mayoría de los estudios que se realizan en animales en diversos tipos de investigaciones, al ser aplicado a seres humanos en una fase más avanzada de estudio, arrojan datos muy similares, a los que se obtuvo previamente en animales y en base a un estudio que mostró que la Soja transgénica daña a los embriones humanos, realizado por el científico francés Gilles-Eric Seralini, Director del Comité de investigación e Información sobre Ingeniería Genética; es necesario hacerse un planteamiento frente a la utilización y comercialización de estos productos, para evitar precisamente las severas consecuencias de dichos alimentos.

Es aquí donde la bioética entra a actuar para cuestionar cual es el mejor ambiente para el desarrollo de nuevas tecnologías en alimentos y pone en balance las ideas de los sectores que apoyan o rechazan la producción y el uso de alimentos transgénicos y de esta forma promueve el conocimiento claro y libre de la información que encierran estos productos y que cada persona debe estar en todo derecho de conocer a fondo para tomar la decisión si hace o no uso de ellos.

El debate bioético sobre las especies transgénicas y su repercusión sobre la salud y el entorno del ser humano, debe partir de una crítica global frente a la visión en conjunto de riesgos y beneficios de la utilización y consumo de dichos organismos.

A partir de esto se busca un establecimiento de los límites a la actuación humana, impidiendo así la consideración de lo creado como un objeto siempre susceptible de apropiación. Como finalidad, se debe llegar a la promoción del bien común humano y ambiental, garantizando la inexistencia de cualquier implícito atentado o riesgo para la biodiversidad y la salud. Asimismo, debería garantizarse que van a ser tenidos en cuenta, de una manera especial, los intereses de los más necesitados de los beneficios de estas especies.

Es necesario hacerse una serie de cuestionamientos para tratar de evaluar la validez de estos productos como por ejemplo: Si estos alimentos son tan seguros, ¿por qué se opone la industria productora a que vayan etiquetados para que los consumidores puedan identificarlos y usar su criterio para decidir si los quieren comprar o no? Los argumentos en que se basan dichas compañías que se oponen al etiquetado donde se debería especificar las características físicas, químicas efectos adversos, deseables e indeseables de dicho producto para que de esta forma el transgénico no sea visto como un simple producto alimenticio, sino como una sustancia exógena al organismo con propiedades similares a las de un fármaco, es decir, el efecto biológico real demostrado, no son convincentes, ya que solo no confían en la total seguridad del producto que fabrican sino que demás juegan al mismo tiempo con las capacidades intelectuales del consumidor para poder protegerse de los efectos secundarios que produzcan sobre la salud de los mismos, utilizando los medios de comunicación como plataforma de lanzamiento ideales, sobre las cuales dichos alimentos cobran gran valor en todos los campos de la vida bio-social de un individuo.

Otra de las inquietudes importantes a realizar sobre este tema, surge al preguntarse por qué un gran porcentaje de los productos genéticamente manipulados, con tantos supuestos beneficios para la salud e integridad biológica de los consumidores humanos, no han sido puestos a prueba en modelos humanos y todavía se encuentran restringidos a la experimentación animal. No será que tantos efectos adversos y sumatoria evidente de posibles vinculaciones directas con cambios específicos o secundarios en la condición física y biológica de las personas, son la razón por la cual entidades de vigilancia internacional como la FDA (Food and Drug Administration) han decidido aislar y retardar la salida y pronta comercialización de dichos productos en poblaciones mundiales vulnerables a ser tomadas como conejillos de indias por la necesidad tan grande que representa para ellos, el uso formas de alimenticias baratas, de rápido acceso y que les permitan sobrevivir.

Lo anterior sumado al gran interés económico de los productores de dichos alimentos genéticamente manipulados y de los dirigentes de poblaciones tercermundistas, para quienes el bienestar general muchas veces se encuentra ubicado por debajo del bienestar personal, hacen de que la veracidad de la información mostrada de estos productos por medios masivos de comunicación, sea errónea, incompleta e incluso que ni siquiera se de a conocer sino que sea impuesta en planes masivos de beneficio social o de oferta de productos que puedan ser exequibles a la canasta familiar.


CONCLUSIONES


  • Nuestros miembros, la comunidad médica, y la comunidad científica independiente, deben recopilar estudios de casos potencialmente relacionados con el consumo de alimentos genéticamente modificados y los efectos sobre la salud, a fin de comenzar una investigación epidemiológica para examinar el papel de los alimentos GM sobre la salud humana, y a conducir métodos seguros para determinar el efecto de los alimentos GM sobre la salud humana.
  • Los médicos, deben de educar a sus pacientes, a la comunidad médica y al público en general para evitar los alimentos OGM cuando sea posible y proporcionar materiales educativos en relación con los alimentos modificados genéticamente y los riesgos para la salud.
  • Los médicos, deben conocer y considerar el posible papel de los alimentos OGM en los procesos de enfermedad de los pacientes que tienen bajo tratamiento y a documentar cualquier cambio en la salud de los pacientes cuando pasan de alimentos modificados genéticamente (GM) a alimentos no modificados genéticamente (no-GM).
  • Una moratoria sobre los alimentos genéticamente modificados, la implementación inmediata de pruebas de seguridad independientes de largo plazo, y etiquetado de alimentos GM, se hacen indispensables para la salud y la seguridad de los consumidores, los seres humanos.


BIBLIOGRAFIA
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Velimirov, A.; Binter, C.; Zentek, J. “Biological effects of transgenic maize NK603xMON810 fed in long term reproduction studies in mice” (Efectos biológicos en estudios reproductivos de largo plazo en ratas alimentadas con maíz transgénico NK603xMON810). Informe Ministerio Federal de Salud, Familia y Juventud – Federal Ministry of Health, Family and Youth. 2008.

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Lofstedt, R. “The precautionary principle: risk, regulation and politics” (Principio de precaución: riesgo, regulación y políticas), Merton College, Oxford, 2002. 


Funte: http://bioeticayuniversolibre.blogspot.com/2009/12/consecuencias-del-consumo-de-alimentos.html

martes, 26 de julio de 2011

LA LOCURA DE LAS SEMILLAS TRANSGÉNICAS



El desastre ecológico provocado por las semillas transgénicas contaminando miles de especies y variedades vegetales que los labradores desde siempre nos podíamos auto reproducir sin coste, está provocando efectos perversos en muchos lugares del planeta.
Uno de los mes graves está sucediendo en la India dónde cada año unos 20.000 labradores se suicidan, al comprobar desesperados el engaño de las semillas transgénicas.
De pronto se encuentran que no hacen ni dinero para pagar las malditas semillas y se dan cuenta que a la vez han perdido todas las semillas autóctonas de arroz que tenían , con las cuales sin ningún coste, podían sembrar año tras año, y alimentar como mínimo a su familia.
El instrumento para suicidarse es un trago del pesticida, que antes no les hacía falta utilizar, y que ahora tampoco pueden pagar.
Pese al rechazo que además provocan los alimentos transgénicos  entre la sociedad por las consecuencias en la salud de las personas (buscar al Google el experimento de la Dra. Irina Ermakova “Transgénicos amenaza para los bebés”) http://www.rel-uita.org/agricultura/transgenicos/amenaza-a-bebes.htm
las Multinacionales que monopolizan las semillas a nivel planetario, todavía no tienen suficiente.
Ahora han ideado una nueva técnica denominada “Tecnología de restricción del uso genético” (TRUG ) vulgarmente denominada ”Terminator”, que hará posible semillas suicidas. Es decir las semillas saldrán programadas para nacer una sola vez , haciendo que su descendencia sea estéril, para evitar que el labrador las pueda volver a sembrar.
Pero el que todavía es más grave, es que la Unión Europea, subvencione con el dinero de todos los ciudadanos, a aquellas empresas mafiosas, para que corrijan algo la maldad de la semilla suicida o “Terminator “ El “Proyecto Transcontainer “ (subvencionado por la Unión Europea) pretende que en lugar de tener una semilla la propiedad suicida, se transforme en una semilla “Zombie” con posibilidades de recuperar su fuerza germinativa por medio de una nueva Tecnología de Extirpación de genes, denominada “Exorcista”. Es decir, si un labrador quiere sembrar un segundo año, semilla hecha por él mismo a partir de una semilla transgénica, deberá pagar por aplicar la tecnología “Exorcista” (un producto químico por ejemplo) para recuperar la vida de aquella semilla medio muerta obtenida de segunda generación.
Las preguntas que nos hacemos son: Realmente necesitamos de tanta tecnología sucia e interesada para producir alimentos?. Si pensamos en sustituir los combustibles fósiles de nuestros vehículos por combustibles ecológicos o bio-combustibles, no deberemos pensar también los humanos en producir e ingerir alimento (nuestro combustible) producido de forma ecológica y no tan manipulada genéticamente?. O es que tal vez ingerir alimentos cada día más rellenos de aditivos químicos y alterados genéticamente es una estrategia para tener a la sociedad siempre medio enferma, para así elevar al máximo los beneficios de la poderosa Industria Farmacéutica que además sólo piensa en producir medicamentos que no curen sino que cronifiquen las enfermedades?.
Ved sino al Google la entrevista que la Vanguardia le hizo al premio Nóbel de Medicina Dr. Richard J. Roberts , con el título “El fármaco que cura del todo No es rentable”.
http://www.lomasregional.com.ar/114/nota271112-10.htm
Y más espeluznante todavía es leer el informe elaborado por la monja catalana Teresa Forcades, Doctorada en medicina que también podéis encontrar buscando al Google ”Los crímenes de las grandes compañías farmacéuticas”.
Es muy preocupante que las multinacionales de semillas transgénicas Monsanto, Singenta-Novartis…. que dominan el mundo de las semillas, a la vez tengan potentes industrias farmacéuticas y de alimentación. Son intereses muy contrapuestos que haría falta separar por el bien de la humanidad, puesto que salud y alimentación van íntimamente relacionadas y son parámetros que habrían de estar excluidos de la locura especulativa y de la manipulación genética en que ha entrado este Mundo.
Por todo esto y mucho más, animamos a toda la sociedad a rechazar los alimentos transgénicos apoyando en Catalunya, una Iniciativa Legislativa Popular, que con 50.000 firmas la Plataforma http//www.somloquesembrem.org pretende llevar a discusión al Parlamento Catalán ,una Ley que declare Catalunya Libre de Transgénicos.
Josep Pàmies i Breu

Las semillas transgénicas saltan a la naturaleza

Variedades tradicionales de maíz en riesgo de desaparecer. | USDA / Keith Weller

Un equipo de científicos estadounidenses acaba de presentar la que consideran la "primera evidencia" de plantas genéticamente modificadas (GM) que han saltado de los cultivos a la naturaleza.
Los investigadores recorrieron durante el mes de julio unos 5.400 kilómetros de carreteras en el estado norteamericano de Dakota del Norte recogiendo muestras de colza silvestre. De las 406 plantas silvestres recolectadas y estudiadas, 347 presentaban genes de resistencia a los herbicidas. El 86% posee contaminación genética procedente de los vecinos cultivos de colza trasgénica.
"También encontramos dos muestras silvestres en las que había varios transgenes acumulados en un solo ejemplar", explica una de las responsables del estudio, Cynthia Sager, de la Universidad de Arkansas.
Ya que aún no se ha comercializado ninguna variedad con múltiples genes incorporados, según la especialista, "este hallazgo sugiere que las poblaciones silvestres se están reproduciendo y estableciendo fuera de los cultivos", afirma.

Repercusiones

La portavoz del equipo científico, formado por investigadores de varias universidades estadounidenses, opina que "estas observaciones tienen importantes implicaciones para la ecología y la gestión de especies nativas y malas hierbas, además de para la gestión de los transgénicos en EEUU".
Los resultados de la investigación se presentan este viernes en el congreso anual de la Sociedad de Ecología de EEUU en Pittsburgh. La comunidad científica ha recibido esta investigación con cautela y escepticismo, aunque de confirmarse los datos, sería la prueba esperada por las organizaciones antitransgénicas para arremeter contra las multinacionales que dominan el mercado.
EEUU es el primer productor de organismos modificados genéticamente, con 64 millones de hectáreas sembradas, al que le siguen Brasil, Argentina e India. España es el único país de la Unión Europea que cultiva transgénicos a gran escala, produciendo el 80% de todo el maíz transgénico de la UE en 2009.

lunes, 25 de julio de 2011

Los efectos potenciales de los productos agrícolas transgénicos sobre los ecosistemas naturales

En las últimas décadas, los avances tecnológicos relacionados con la biología, entre ellos la biotecnología, han tenido un desarrollo y crecimiento muy importantes, como ha sido en la industria farmacéutica y más recientemente en la agricultura. Después de la revolución verde en los años sesentas, se considera que la biotecnología (producción de transgénicos), en un futuro próximo deberá ser un factor importante en la duplicación del rendimiento medio de los productos agropecuarios. Aunque se menciona que la biotecnología será en el futuro la solución a los problemas en cuanto a la producción de alimentos, en cantidades tales que lograrán combatir el hambre en el mundo, existen muchos investigadores que no están totalmente de acuerdo con estas afirmaciones, y que si bien se logrará cumplir parcialmente lo antes mencionado, los costos sociales, de salud y ambientales serían demasiado altos.
Pero al final, ¿qué es un producto transgénico? Esta duda ha inquietado a muchas personas en el mundo, sin embargo, la información en la prensa acerca de estos organismos es generada esencialmente por dos corrientes: por un lado los que pertenecen o representan a la industria privada (prácticamente cinco compañías) y gobiernos de algunos países, y por el otro, algunas instituciones de investigación y organizaciones no gubernamentales. Las primeras están de acuerdo en el uso y aprovechamiento de los transgénicos en la producción de alimentos y le encuentran muchos beneficios en varios ámbitos, mientras que los segundos, dudan de la gran mayoría de estos beneficios y desean ponerlos a prueba mediante la investigación científica.
Todos los organismos vivos están constituidos por conjuntos de genes. Las diferentes composiciones de estos conjuntos determinan las características de cada organismo. Esa composición es conocida como genoma y está formada por genes. Lo que hace un animal ser diferente de una fruta es el genoma que tiene. Entre individuos de la misma especie, existe la variedad genética, fundamental para la viabilidad de la misma especie ya que resulta en individuos diferentes entre sí, con capacidades distintas de adaptación a un ambiente. Sin embargo, individuos de la misma especie tienen genomas iguales. Los transgénicos u organismos genéticamente modificados, son individuos creados en laboratorio con técnicas de la ingeniería genética y que consiste en la transferencia de un gen responsable de una determinada característica de un organismo a otro, manipulando su estructura natural, modificando así su genoma. No existen límites para esta técnica. Es posible crear combinaciones nunca imaginadas entre animales, plantas, bacterias, etc. Un ejemplo muy conocido es el del maíz transgénico Bt, un maíz al que se le han agregado los genes de la bacteria Bacillus thuringiensis que produce naturalmente las proteínas que protegen a la planta contra los insectos tales como el barrenador del tallo en el maíz europeo. Es importante mencionar que en estos organismos el impacto potencial no sólo lo constituye la presencia de un gen novedoso en el organismo, sino la posibilidad o probabilidad de que el gen sea transferido a las variedades silvestres o criollas en la reproducción, con posibles efectos que no necesariamente se pueden conocer de antemano.
En realidad, mucha gente considera que el principal problema con relación a los transgénicos es la desinformación hacia los consumidores potenciales y a la escasez de verdaderos estudios científicos, relacionados a los posibles riesgos, tanto a la salud humana (consumo) como al ambiente (liberación). Casi siempre los cambios en la ciencia llegan a toda la población a través de interpretaciones periodísticas, que van de lo alarmista hasta lo puramente técnico, sin que medie una interpretación práctica que ayude a la población a tomar una posición frente a los avances en la ciencia, por lo que las innovaciones que involucran modificaciones genéticas resulten aun más lejos del entendi-miento de la sociedad en general.
Posibles afectaciones por los trangénicos a los ecosistemas naturales
En la actualidad, el objetivo principal de las investigaciones de los organismos genéticamente modificados en la agricultura se centra en el incremento de las cosechas, utilizando la biotecnología para generar plantas con ciertas carac-terísticas que beneficien su desarrollo como serían el:
  • Aumento de la sobrevivencia a las sequías, heladas y otras condiciones ambientales extremas.
  • Reducción del uso de pesticidas. Como sabemos el uso de buena parte de los pesticidas tiene efectos negativos en la salud humana y en los ecosistemas. Las industrias biotecnológicas argumentan que el uso de pesticidas sería mucho más reducido en los cultivos de organismos genéticamente modificados pues sólo utilizan uno (actualmente el glifosato), que afecta menos el ambiente y la salud humana.
  • Mejor alimentación y nutrición. Se afirma que los organismos genéticamente modificados tienen un gran potencial para mejorar la nutrición de los seres humanos y animales, ya que se puede insertar genes para que sean más nutritivos, contengan más vitaminas, minerales o proteínas.
  • Mayor productividad agrícola. Los organismos genéticamente modificados tendrían mayor rendimiento por hectárea, lo que posibilitaría contar con más alimentos para las poblaciones que pasan hambre.
  • Mejor posibilidad de conservar los alimentos. Se han insertado genes para alargar el tiempo de maduración del jito-mate para que pueda conservarse más tiempo en los anaqueles, lo que podría evitar que se pierdan alimentos y que haya más oferta.
Sin embargo, los beneficios que pudieran obtenerse de los avances de la biotecnología podrían ser breves, ya que éstos a la larga podrían tener implicaciones graves y provocar daños a la salud y posibles afectaciones a los ecosistemas. En el caso de los daños al ecosistema, el principal problema lo tienen aquellos organismos genéticamente modificados que son liberados al ambiente y los riesgos de que estos organismos sufran modificaciones, varía de acuerdo con la construcción genética de que se trate y son estos riesgos los que deben evaluarse, sobre todo si se considera su liberación al ambiente a gran escala. Es en este tipo de riesgo hacia donde se deben encaminar las in-vestigaciones, ya que se considera que en la actualidad no han sido suficientemente estudiados, y se desconoce el comportamiento de ciertos transgénicos en los ecosistemas, tales como los efectos que sus modificaciones puedan generar sobre sí mismos y otros organismos y lo que pueda ocurrir bajo condiciones ambientales distintas de aquellas en que fueron creadas, como serían; variaciones de temperatura, exceso o falta de agua, relaciones con otros seres vivos, por mencionar algunos.
Dentro de las afectaciones a los ecosistemas y cultivos que podrían causar los organismos transgénicos ya disponibles en el mercado podrían ser:
  • Perdida de variedades silvestres, criollas y comerciales (erosión genética), ya que en estos cultivos innovadores se continúa con el modelo agrícola basado en la homogeneidad genética y/o monocultivo. El mayor riesgo se presenta sin duda alguna, en las zonas tropicales, caracterizadas por su amplia biodiversidad en flora y fauna.
  • Desplazamiento de otras especies que comparten un mismo ecosistema, por poseer ventajas que le fueron conferidas mediante la ingeniería genética.
  • Pequeños cambios en las condiciones ambientales pueden provocar efectos negativos en el desarrollo de las mismas especies transgénicas debido a su homogeneidad génica.
  • Posible formación de peligrosos virus y bacterias. Los organismos genéticamente modificados liberados en el medio ambiente pueden mutar, o transferir sus genes nuevos a otras especies, con efectos impredecibles para las especies y los seres humanos.
  • Contaminación genética, es decir, los genes de estos organismos pueden reproducirse, transmitirse, sufrir mutaciones y vincularse por fertilización cruzada a OGM u otras especies cultivadas o silvestres. Un caso representativo es del maíz mexicano, ya que México es el país centro de origen de este cultivo. Según los conocimientos y la teoría actuales de la genética del maíz, el cruzamiento con trangénicos no tendría un gran efecto en su diversidad genética. La mayoría de los genes del maíz son independientes y se difunden en manera independiente en una población de maíz porque no permanecen ligados a otros genes. Por ejemplo, si una variedad transgénica de grano amarillo que contiene un transgen como el Bt se siembra junto a un maíz tradicional de grano blanco, después de algunas generaciones, habría: plantas de grano amarillo con el transgen; de grano blanco con el transgen; de grano amarillo sin el transgen; y de grano blanco sin el transgen. Por lo tanto, aunque el gen haya sido introducido en el campo, la diversidad no ha disminuido, incluso se podría argumentar que ha sucedido exactamente lo contrario, es decir, la diversidad en general ha aumentado. Sin embargo, es fundamental recordar que las variedades de maíz que se cultivan en el campo están sometidas a la selección natural y al manejo de seres humanos, lo cual influye grandemente en si un gen (y la carac-terística que éste confiere) se pierde o se fija, y con qué frecuencia ocurren esas dos situaciones. En el caso del maíz mexicano posiblemente el factor más contundente y menos comprendido que influye en la diversidad genética y en el mantenimiento de los maíces criollos sean las prácticas que utilizan los agricultores, sobre todo las que aplican a la hora de seleccionar la semilla que sembrarán el próximo año, porque promueven el flujo de genes. Por tanto, sería razonable pensar que si los pequeños agricultores de México tuvieran acceso a variedades transgénicas y las perci-bieran como valiosas, las difundirían entre sus poblaciones de maíz criollo. Todo este proceso es muy complejo e incierto y por tanto es importante investigar, principalmente, cómo todo esto afectaría los ingresos y las prácticas agrí-colas de estos pequeños agricultores.
  • Aceleración en el desarrollo de la resistencia de organismos patógenos para los que se diseñaron los organismos transgénicos. Las plantas naturalmente producen su propia resistencia a los patógenos, esto significa la exposición en todo momento de los insectos considerados plaga a un factor de presión, lo que en cualquier ser vivo obliga a desarrollar mecanismos de resistencia, que en este caso puede ocurrir más rápido, lo que pudiera provocar un desequilibrio en el ecosistema natural.
  • El que se desarrollen las consideradas como "súper malezas", por el desarrollo de resistencia a herbicidas en parientes silvestres consideradas algunas como "malas hierbas o malezas".
  • -Efectos imprevistos en la biogeoquímica, especialmente debido a las repercusiones sobre las poblaciones microbianas del suelo.
  • Los cultivos de soya transgénica, que utiliza el herbicida glifosato están causando un gran incremento el uso de este herbicida. Existen evidencias de la persistencia de glifosato en millones de hectáreas, que va a parar a los cuerpos de agua, en los ríos y las capas freáticas.
  • Una pérdida de diversidad vegetal por el uso de un mayor número de herbicidas, ya que el 70% de los cultivos trans-génicos han sido modificados para resistir los herbicidas. O por el uso de la tecnología denominada "terminator" mis-ma que fue objeto de un amplio rechazo mundial, fuera del ámbito de las transnacionales productoras de los organismos genéticamente modificados. Como su nombre lo indica, es un gen que programa la terminación o improductividad de las semillas híbridas al ser resembradas. Ese gen aún no se usa pero, indican voceros de Monsanto, citados en Scientific American, "podría ser requerido para proteger sus patentes". En muchos países este gen es visto como una amenaza a la agricultura tradicional porque los campesinos generalmente separan una parte de los granos producidos para resembrarlos en el siguiente ciclo. Ese gen podría acabar con la sabiduría milenaria de los campesinos para seleccionar semillas adaptadas a las condiciones reales de la agricultura. El único beneficio en este caso, está en manos de unas pocas transnacionales que garantizan una venta anual de semillas manipuladas, a la vez que au-mentan el comercio de determinados agroquímicos, relacionados con los organismos genéticamente modificados.
Estudios emblemáticos: Los efectos sobre los organismos no considerados como blancos de la modificación genética
En Estados Unidos el polen del maíz transgénico Bt, fue transportado (por vientos, lluvias, pájaros, abejas e insectos) y depositado en el "algodoncillo" único alimento de las larvas de la mariposa monarca. El efecto sobre esta especie fue una baja en el crecimiento hasta la muerte de cerca del 50% de la población, según comprobaciones con base a experimentos realizados por la Universidad de Cornell, Nueva York en 1999 y por la Universidad de Iowa. Ambas universidades llegaron a la conclusión que el polen del maíz transgénico Bt, afecta negativamente a esta especie de lepidóptero.
Un estudio más, fue el que realizó la Royal Society, solicitado por el gobierno de Reino Unido. Este estudio evidenció afectaciones negativas severas para los ecosistemas asociados a cultivos transgénicos. Como ejemplo, se encontró una reducción hasta en cinco veces de la flora aledaña a los cultivos transgénicos de remolacha y canola, lo cual tiene un impacto en cadena sobre las especies de abejas y mariposas (que se redujeron hasta en un 25%), y posteriormente sobre las especies de aves que se alimentan de éstas, afectando significativamente la cadena trófica.
Los estudios arriba mencionados presentan algunas evidencias de los efectos negativos de los organismos genéticamente modificados a los ecosistemas, pero es necesario aún realizar un número mayor de investigaciones. También, por lo menos se les debe exigir a los gobiernos, sobre todo de los países consumidores de los organismos genéticamente modificados, el etiquetado de los mismos, lo que le daría a la población confianza y la opción de elegir.
Se debe exigir a los gobiernos de Latinoamérica y países consumidores no productores el cumplimiento de las leyes y acuerdos internacionales, que como el caso de México; aunque cuenta con la ratificación y la aceptación el Protocolo de Cartagena de Seguridad Biotecnológica, aparentemente ésta no es respetada. También para el caso particular de México, se debería dar celeridad a la aprobación de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados en la cámara de diputados, misma que como ya se comentó fue aceptada por el Senado de la República en el mes de abril del presente año.
Por último, se considera de gran utilidad, el preparar técnica y científicamente a un mayor número de personas con relación a la gestión de los transgénicos, en todos los países donde exista algún contacto con éstos.Los efectos potenciales de los productos agrícolas transgénicos sobre los ecosistemas naturales


Por Sergio F. Méndez Velarde* y Eliane Ceccon